Portrait of Dr. Mayer-Hermann, 1926, by Otto Dix
Mi sangre envenenada
de dulces enfermedades
me observa
toco mi cabello
que cada día es más escaso...
inundado de canas.
Me lleno de valor
me paro delante del espejo
poco a poco me doy cuenta
que sólo
las ganas están intactas
lo demás apuntalado
y a punto del derrumbe.
Toco mi piel
reviso los golpes
a simple vista
y los del alma
esos ¿se notarán?
Descubro manchas
algunas más de lo normal
examino quemaduras
en lugares recónditos
y me digo
¿se darán cuenta de que
soy una bomba de tiempo?
Manuel A. López
(Del libro, Yo, el arquero aquel, publicado por
Editorial Velámenes)
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