Cándida Rodríguez pinta su mitología interior...por Elena Iglesias en El Nuevo Herald HOY!

Cándida Rodríguez pinta su mitología interior

By ELENA IGLESIAS
Especial/El Nuevo Herald

En la década de 1980 se trabajaban fundamentalmente tres temas en Cuba: el sincretismo religioso, el erotismo y el cuestionamiento político social. Cándida Rodríguez, pintora del pequeño pueblo Güira de Macurijes, no sentía el deseo de trabajar el cuestionamiento político porque estaba profundamente defraudada con la Revolución. ''Era un tema que me dolía y lo aparté, y los otros dos no me interesaban'', dice Rodríguez, que se graduó primero en la Escuela de Bellas Artes de Matanzas y después en la Escuela Nacional de Arte, Cubanacán. Por aquellos años fue diseñadora e ilustradora de la Revista Cuba Internacional. ''Cuando comencé a ilustrar, retomé el deseo de pintar que había dejado en segundo plano para criar a mi hija, a quien dedico esta exposición. Me di cuenta que necesitaba un trabajo estructurado donde pudiera salir a las 5 de la tarde para empezar a pintar y lo conseguí como restauradora de pintura de caballete en el Museo de Bellas Artes''. Entonces la artista comenzó a pintar hadas y centauros, tema que ha continuado a través de los años hasta su muestra actual Un poco al lado de los días, en Zu Galería.

''En los años 80, comencé a verme por dentro y me descubrí decaída. Un buen día emprendí el trabajo de un hadita atrapada en una tela de araña. Tratando de solucionar técnicamente esa imagen, comenzaron a salir espontáneamente otras hadas y llegué a hacer cerca de 46. Al principio les puse alas de mariposas, pero evolucioné hacia las libélulas, que me interesaron más. Quizás inconscientemente las asocio a los personajes de los cuentos de mi infancia, pero lo que quiero trasmitir es la tristeza, las preocupaciones o el desánimo que existe en cualquier mujer''. Rodríguez admite que en aquella época tendía a la melancolía, por haber perdido a su pareja y por sentirse decepcionada con el sistema. ''La pareja para mí es la representación ideal de la persona adulta, porque el hombre y la mujer se complementan. Así nació la figura del centauro. Lo mismo en hombres que en mujeres hay ilusión y sueños. Y también en ambos se da la necesidad de ser fuertes y aceptar los instintos y conflictos más terrenales, que yo identifico con los cascos del centauro. Pero también ellos evolucionan hacia una parte más humana'', explica.

Pero no sólo la pareja es tema de sus obras. En Semilla, un hadita pequeña, oculta en el dorso de la mano de otra hada, representa la esperanza. Identificación trata de la introspección y Guardado personifica la espera, el temor, la duda y la partida. En Apartado, aparece un hombre con el carcaj vacío, símbolo de que ha dejado la violencia atrás. En Límites, las tres hadas señalan posiciones diferentes en la vida: la persona que no se esfuerza; la que se percata de que se pueden hacer cosas pero no se decide; y la que se lanza. En la figura del Equilibrista plasma a un ser con grandes posibilidades, que sin embargo no cree poderlas desarrollar y admira a quien sí es capaz de realizar sus sueños.

''Desde que me empecé a relacionar con la pintura, disfruto el color y la composición, pero me gusta hacer un cuento. En Cubanacán me decían la pintora anecdótica'', recuerda. Este deseo de contar lo traduce también en sus poemas, que escribe informalmente. Entre sus poemarios inéditos están Una noche de nostalgia por Matanzas; Notas cordiales y Piel y alas, con poemas relacionados a estas obras. ``Mi pintura es como mi poesía, sencilla; no me interesa tanto la escenografía. Mis obras son un poco indefinidas, más bien son atmósferas. Las figuras se insertan en esa escenografía simple. No me gusta poner rostros, porque las facciones entretienen a la gente. Quiero que se detengan en la actitud que trasmite la posición; que puedan identificarse con su estado de ánimo''.

El próximo proyecto de Rodríguez será una instalación llamada Hojas de almendro, que quiere implementar dentro de una actitud social, aunque mantenga algunos elementos de nostalgia. ''Las hojas son como el tiempo, como nosotros mismos. Pasamos. Los árboles tienen sus ciclos, que se reflejan en sus hojas, desde las verdes hasta las que caen'', acota finalmente la artista.•


iglesiase@bellsouth.net

`Un poco al lado de los días',de Cándida Rodríguez. Zu Galería Fine Arts, 2248 SW Calle 8, (786) 443-5872. Hasta el 5 de mayo.

Una foto de una obra original, medio mixto, 18 x 24, titulada " Limite"