CASI DISCURSO, MONÓLOGO, MALA IMITACIÓN, EXALTACIÓN Y JUEGO A UNA TAL SOR JUANA QUE CONOZCO.
para Rosa, alma mía cuando no tuve alma
Madre, no me voy a quedar
en el anverso ni el reverso de esta hoja
y a echar una siesta con los muertos
los que te mataron
tratando de exorcizarte esos demonios
tan poco convincentes.
Voy a llevar tu toca, tus enaguas
no voy a exaltarte ni a imitar tu genio
¿quién pudiera?
Qué poquedad yo soy
cuando vienes Juana con tus versos
siempre saliendo de tu celda.
Con letánico ingenio
les hiciste creer que estabas muerta
cómo Sor Inés, pusiste esa trampa sin agua
sin velas, sin más paz que la deja el miedo
a estar muertos antes de morir.
Dudo más de mi existencia
de lo que entrambas manos tengo
que de tu vida, más que santa, eterna.
¿Qué hicieron del rosario de tus rezos?
digo, ¿qué no hicieron?
para desgajar el árbol caído siempre hay tiempo
¿qué nos hicieron a las dos, a todas?
Tú estás viva
si no, ¿qué nos quedara?
una expectativa atroz de juicio y de silencio
una lisiada rama del almendro.
Yo me encontré comiendo tu guisado filosófico
y sabes, Sor mía, lo estupendo de su sabor,
pero mis varones no dan su aprobación
a tal hartazgo y desperdicio
de la mujer que soy
de la que quiero sin dudas ser.
¿Qué nos hicieron en ti
los enormes jesuitas de tu tiempo?
¿Qué nos hizo ese enemigo
el mío ahora, el tuyo,
aquel que conocemos desde el génesis?
Al unísono, Juana, lloro
si no llorare, júrolo, reviento
más por nosotras dos que por las otras
de nombre Filotea, que sólo por tu luz se ven a veces.
Dios me libre de mentir en esto
por parecer humilde
o por parecer cualquier otra simpleza,
por imitarte acaso
nunca me sentí tan sola, tan rota, tan inmensa
por el ángel sublime que reclamo para mi
sutil lo quiero
no tan brillante que me ciegue
ni tan opaco que reniegue de él,
no por masculino si lo fuera,
sino más bien por limitado o necio.
Que tú lo sabes Juana
lo masculino suele ser tan bello
en la cruz del Gólgota
en la barca de Pedro
en el Salomón aquel
que a la reina de Saba deslumbró
en el hombre que a ciegas nos ha amado
que tu y yo sabemos Juana
lo masculino suele ser tan bueno
como tener un niño silente en las entrañas
y aunque esto no lo sepas
quizás imaginando aventajas mi experiencia.
Es verdad esto que afirmo
y aseguro
si yo supiera que mi vida alcanza
no para vencer hombres sin seso
que ellos mismos se vencen
sino para hacer la justicia que tu llevas
diera mi vida, mis rezos. Si quisieras
porque no quiero obligarte a llevar lo que me espanta
para que por mí vinieras
a mi lecho de mujer casada
de amamantar a mi hijo te dolieras
y a mis varones ripostaras.
Sor Juana de la Cruz, Sor Juana
abismo donde al asomarme me siento casi nada,
sin tu gloria
sin otra exigencia que tu propia celda
tu propia toca
descalza, pues ni loca usaría tus sandalias
—si no las tuyas, ¿cuáles otras?—
yo dejaría vida, esperanza, fueros,
poesía, hombres, mil ventajas,
y en tu lugar me iría al monasterio.
Sonia Díaz Corrales
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