Juan Carlos Agüero captura la fauna silvestre
By ELENA IGLESIAS
Especial/El Nuevo Herald
Su motivación por la fotografía nació de su trabajo como estudiante de ar-
queología en la Universidad de Oriente, a finales de los años 80. ``El trabajo de campo de la arqueología conlleva el uso de la fotografía y yo comencé a vincularme por mi cuenta porque contábamos con determinados equipos para hacerlo. Teníamos un grupo en la facultad muy activo que hacía excursionismo, y la fotografía formaba parte de la historia de ese grupo. Tomé también unos cursos de fotografía en la universidad y cuando adquirí más conocimientos, me compré una cámara. Pero cuando me gradué en 1991 todo quedo allí, hasta que vine para Estados Unidos, dice Juan Carlos Agüero, fotógrafo camagüeyano, que se especializa en fauna silvestre y animales salvajes. ``En la Facultad de Historia y Arqueología había una colección de National Geographic que fue muy importante mí, porque considero que su fotografía es lo máximo'', dice Agüero, quien también estudió en la Facultad de Arte de Santiago de Cuba.
En 1996 llegó a Miami con su esposa Leticia y durante 10 años tuvo dos trabajos, pero muy pronto se compró una cámara y comenzó a salir al campo. ``Yo no quiero la ciudad, mi mundo es el campo. Ese era mi escape en aquellos primeros momentos tan difíciles'', asegura el fotógrafo, que comenzó a leer y a prepararse de forma autodidacta. ``Conocí a algunos amigos que también toman fotos de la naturaleza, y aunque nuestro mundo es un poco solitario, ése es el ambiente donde me gusta interactuar. Luego compré equipos mejores y comencé a buscar lo que yo quería en un proceso de refinamiento, aprendiendo cada vez más'', dice Agüero, que todas las semanas visita algún lugar distinto en sus días libres.
El invierno es una temporada muy satisfactoria para el fotógrafo por la migración de las aves y porque la naturaleza es menos inclemente. Pero tampoco desaprovecha las oportunidades que se presentan en verano. ``Por ejemplo, los insectos específicos de esa temporada y los caracoles de los Everglades, piezas únicas del sur de la Florida, que comienzan a surgir en la primavera y terminan al final del verano. Son variedades de formas y colores muy sensibles a los cambios ambientales y son verdaderas maravillas. Eso sí, hay que compartirlos con una nube de mosquitos y un calor desesperante, que no todo el mundo está dispuesto a soportar'', asegura Agüero, que además de las diferentes zonas de los Everglades, disfruta visitando Big Cypress, Fakahatchee Strand, Fishing Creek y Turner River, conocidos parques del sur de la Florida.
Su principal forma de comunicación es la fotografía, que lo une a la fauna floridana y al medio ambiente relacionado con ella, además de su interés por la conservación y la exploración de diferentes lugares. ``Me enfoco en el momento, la luz es muy importante para mí. Quiero capturar con la mejor luz lo que está pasando en ese momento, ya sea con un animal o con el paisaje. Trato de enfocarme en el comportamiento del ave, en sus costumbres, pero eso no lo calculo, porque la naturaleza es libre. Tienes que estar completamente a disposición de lo que va a pasar; ser rápido, estar dispuesto a enfangarte y tirarte al piso sin molestar ni alterar nada a tu alrededor'', dice Agüero, quien asegura que no manipula sus fotos en photoshop; no les quita ni les agrega nada. ``Es un proceso muy dinámico. A veces hago una secuencia con algún ave en cuestión de segundos, siguiéndola desde que está quieta hasta que se lanza a cazar'', dice el fotógrafo que considera una gran satisfacción sentirse libre de hacer lo que le gusta sin tener que adaptase el horario de nadie.
``Mi objetivo es que el que no quiera ir a los Everglades lo conozca a través de la fotografía. Ese es nuestro patio y lo tenemos que cuidar porque si no lo perdemos. Allí hay una vida tan importante como la nuestra''. •
iglesiase@bellsouth.net
`Oikos', fotografías de Juan Carlos Agüero en Zu Galería, 2248 SW Calle 8, (786) 443-5872. Hasta el 6 de septiembre.
Foto de Juan Carlos Agüero
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