Foto de Guillermo Ezequiel Tablado
L
ABAD X
El
libro blanco
Ah... la indolencia de la juventud. El
ansia voraz, luego la incertidumbre (chantaje burdo) como un
impostergable guillotinazo, como la marcha de las estaciones
-genésicas, lapidarias, una sobre la otra.
La
incertidumbre asoma, enfebrecidos los bordes que su estancia adquiere
entre los que se gozaron: hombres que conocieron el delirio de breves
horas, lindes vedadas del éxtasis donde lograron ser casi deidad.
Cirno, Dargelos, Juvencio: indolencia que se repite.
Como
se precian las olas en villas de marineros, he de querer al mundo:
formas que van y vienen, traen bonanza, se despiden con un gesto de
ceniza, quimeras que no podrán morder porque han pactado su
albedrío.
He
de aprender a vivir los límites.
Jean
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2 comments:
Gran poema!
Abrazos, Karin
Gracias Karin. Has hecho mi día!!
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