
Cabalgando en un azul imaginado
apareció tu figura siguiendo al tiempo que colgaba en
un racimo de vida.
Fuimos frutas,
viajeras desconocidas
usurpando puestos en almas que giraron
cerrando puertas.
Todo lo que fuiste, soy;
ya comprendo tu ventana
el hilo intenso que atravesó tu pecho,
la palabra escondida en tu papel.
Aquí no quemo luces,
más bien las enciendo
para lograr contigo la furiosa felicidad.
Maya Islas
Tomado del libro Quemando Luces
No comments:
Post a Comment