Este sabado pasado se publico este articulo sobre la Feria del Libro en el Diario Las Americas por el periodista y escritor Luis de la Paz. Le agradezco a Luis la mencion de mi Semana de Literatura en Zu Galeria durante la Feria del Libro, y digo como el, ojala huvieran eventos de este tipo por toda la ciudad, lo mismo en Kendall que en Hialeah.
Cada vez que oigo que en algún lugar, que normalmente no lo hacía, deciden hacer una Noche de Poesía, o una presentación de un libro o simplemente una reunión de escritores en un café, pienso ¡qué bueno!, eso demuestra que sí están pasando cosas positivas en Miami. Y desde mi humilde patio, con ruido de aviones, pero en el cual me siento sumamente feliz, les deseo todo lo mejor; que la cultura y el arte se dispersen, que se derrumben las paredes de la ignorancia y la vulgaridad. Que nos unamos todos y que reine el buen arte y la buena poesía.
Comentarios de la Feria del Libro
Por Luis de la Paz
Diario Las Américas
La austeridad con que se desarrolló la 26 edición de la Feria Internacional del Libro de Miami, que organiza el Miami Dade College en el centro de la ciudad cada noviembre (voy a referirme a las presentaciones de autores en español), sirvió para indicar a los organizadores que es posible realizar un evento resonante, con una significativa intervención de autores locales, sin que el programa decaiga. Basta subrayar el impacto mediático y editorial de Fidel y Raúl mis hermanos, las memorias de Juanita Castro. La participación de Jaime Bayly, peruano residente en Key Biscayne. Las de Fabiola Santiago y Gina Montaner, con sus primeras novelas. Esto, sólo para mencionar a las que podrían considerarse algunas de las estrellas de la feria 2009, cuyas sesiones estuvieron repletas de público.
Efectivas fueron también las presentaciones agrupadas bajo la sombrilla de Tinta fresca, con comparecencias de personalidades como Santiago Aranegui (el salón quedó pequeño), quien habló de temas sorprendentes; Matías Montes Huidobro, disertando sobre el teatro cubano; y Luis Zalamea, con su libro autobiográfico Memorias de un diletante. En ese mismo recinto comparecieron escritores de la talla de Armando de Armas, Carmen Duarte, Manuel Vázquez Portal y Duanel Díaz Infante. Particular mención merece la comparecencia de Pedro Corzo, del Instituto de la Memoria Histórica Contra el Totalitarismo y la didáctica y encantadora exposición (con rumba incluida) de Santiago “Chago” Rodríguez, compartiendo con el auditórium, un cuestionario de trivias sobre cine.
Del extranjero y otras ciudades de Estados unidos acudieron notables escritores como Roberto Ampuero, Álvaro Vargas Llosa, Carlos Rojas, José Luis Muñoz, Carmen Posadas, Edmundo Paz Soldán, Ángela Becerra y Boris Izaguirre, por sólo mencionar algunos al vuelo. Otros cubanos, residentes fuera de Miami: Odette Alonso y Rafael Rojas. Más del patio: Ignacio T. Granados, disertando junto a Elena Tamargo sobre dos poetas, José Lezama Lima y Juana de Ibarbourou; Daniel Fernández, con su novela Sakuntala la Mala contra la Tétrica Mofeta, Raúl Chao, con su libro Baraguá, Juan Cueto-Roig con Veintiún cuentos concisos y Orlando González Esteva exponiendo ideas y conceptos sobre Cuba y su literatura.
Vale destacar el lanzamiento de la colección de poesía Ciudad de la unidad posible, coordinada por Aida Levitan y que recoge las voces de 32 autores residentes en el Sur de la Florida, lo que proyectó considerablemente la presencia de los autores locales y sus libros.
Otro necesario análisis requiere la participación, ya ineludible, en la feria del grupo de Teatro Prometeo, del propio MDC. En esta ocasión presentaron Chejov vs Chéjov, bajo la dirección de Jacqueline Briseño, un buen fogueo para sus estudiantes.
La Feria del Libro se ha crecido este año, por lograr mantenerse a pesar de la crisis económica y por la sabia manera en que fue manejada por sus directivos y organizadores.
La Feria Off Downtown
En los últimos años ha habido una suerte de feria paralela, que acoge a autores que no forman parte directamente del evento, y a aquellos que acuden a la ciudad invitados por el Miami Dade College, pero que además se presentan en diversos lugares. No es nada inusual que esto ocurra. Cada verano, con la inauguración del Festival de Teatro, otras salas hacen también sus estrenos.
En cuanto a la feria, este año Zu Gallery, que dirige Manny Lopez en la Pequeña Habana, realizó un programa especial, bastante significativo, con presentaciones bien concurridas todas las noches, de lunes a viernes, que en algunos casos resultaron un aperitivo de lo que se vería en la feria. Allí estuvieron Odette Alonso, Carmen Duarte, Julio Benítez y Teresa Dovalpage, ente otros, como el escritor húngaro György Ferdinandy, quien ofreció una interesante charla sobre su juventud durante la invasión soviética a su país y de sus años como profesor en Puerto Rico.
Estas suerte de feria Off Downtown hay que verla con entusiasmo, pues le brinda la oportunidad, a aquellos que no pueden llegar al centro de Miami, de tener un encuentro con los escritores que nos visitan. Debería incluso, llevarse a barriadas distantes, como Kendall o Hialeah, donde no son frecuentes las actividades culturales de este tipo.
Hasta el próximo año
Estados Unidos tiene un enorme poder de recuperación y de asimilar los golpes que recibe, de manera que es muy probable que el próximo año, o en los próximos años, esta mala etapa no sea más que parte del pasado y de la historia. Entonces, quizás, volverá la Feria del Libro a retomar su esplendor, pero lo que no se debe es dejar a un lado los logros alcanzados en las etapas difíciles, como ha sido el espacio dado, como nunca antes, a los autores locales. La Feria Internacional del Libro de Miami es, como con claridad define su nombre, de Miami. Ahí está su grandeza.
Fotos de Marta Ramos.
